20 de agosto de 2016

Notas sobre un curso de Jonathan Rosenbaum (y 4)

Finalizo con las notas tomadas durante el curso "Jonathan Rosenbaum’s Personal Journey Through the History of Film" en Madrid, impartido entre el 6 y el 11 de junio pasados en el Museo Reina Sofía y en el marco del festival Filmadrid.

DÍA 5: HOWARD HAWKS



19 de agosto de 2016

Notas sobre un curso de Jonathan Rosenbaum (3)

Continúo compartiendo las notas tomadas durante el curso "Jonathan Rosenbaum's Personal Journey Through the History of Film" en Madrid, impartido entre el 6 y el 11 de junio pasados en el Museo Reina Sofía y en el marco del festival Filmadrid.

DÍA 2: LOUIS FEUILLADE



18 de agosto de 2016

Notas sobre un curso de Jonathan Rosenbaum (2)

A continuación comparto algunas de las notas que tomé durante el curso "Jonathan Rosenbaum’s Personal Journey Through the History of Film" en Madrid, impartido entre el 6 y el 11 de junio pasados en el Museo Reina Sofía y en el marco del festival Filmadrid, y en la conferencia Movie Mutations, que tuvo lugar dos días antes del comienzo del curso. Lo haré con estilo directo, intentando respetar la literalidad de las traductoras de Rosenbaum al castellano y sin añadir nada, más que lo imprescindible para entender el contexto. Por otra parte, y alejándome del estilo habitual en este blog, utilizaré las comillas, que entiendo más adecuadas para las citas largas. Aunque tal vez no sea necesario aclararlo, añado que la inclusión de las citas no significa mi acuerdo con las mismas:

17 de agosto de 2016

Notas sobre un curso de Jonathan Rosenbaum (1)


Si de algo sirve ir acumulando años y haber vivido ya en tres décadas diferentes es para comprobar cómo cambian los usos sociales, y de qué forma situaciones semejantes acontecidas con quince años de distancia tienen consecuencias muy disímiles. Recuerdo, en mis años de estudiante universitario, las insólitas formas de un profesor para impartir su materia, que consistían básicamente en no aparecer por clase durante varias semanas, regresar de forma inopinada para hacer algunos comentarios sobre su experiencia profesional y sobre la actualidad, poner un largo fragmento de alguna película, para posteriormente volver a desaparecer durante un largo período de tiempo y luego volver para dar un par de clases, y así sucesivamente. Cuando llegó la hora de examinarse, la prueba escrita consistió en preguntas muy genéricas en las que cabía casi cualquier tipo de respuesta, y ante el evidente extravío posterior de alguno de los exámenes por parte del profesor, la solución era también heterodoxa: "Creo que tenías un notable", arreglaba, y asunto concluido.

14 de agosto de 2016

Nubes cotidianas, 5: Callejón sin salida (Kagirinaki hodo, 1934)

Llegamos al final de la época muda en la larga y fecunda carrera de Mikio Naruse con Callejón sin salida, realizada en un año insólitamente poco prolífico en su filmografía, el de 1934, en el que solo tenemos noticia de esta película, frente a las diez que se reparten simétricamente entre 1933 y 1935. El progresivo giro hacia una narración más calmada y hacia la atenuación de los sobresaltos de cámara se confirma en este nuevo largometraje, en el que también hay una cierta moderación argumental y desaparecen la prostitución y los peligros de muerte en los que se había recreado en las cuatro películas antecedentes de este ciclo.

Aun así, Naruse no puede evitar incluir un atropello en la trama principal y aunque se trate de un atropello rodado con menos aparatosidad que en sus anteriores películas y la protagonista, Sugiko, consiga una rápida recuperación, debemos resaltar la maestría de la secuencia, en la que utiliza planos muy cortos y culmina con el primer plano de un solitario bolso tirado en el asfalto. 



5 de agosto de 2016

Nubes cotidianas, 4: Sueños cotidianos (Yogoto no yume, 1933)

(Por Daniel Reigosa)

En el momento de filmar Sueños cotidianos, Mikio Naruse llevaba ya tres años haciendo películas y, con casi una veintena de títulos a sus espaldas se puede apreciar una evolución, no ya solo de sus tramas principales, sino también de su estilo: cada vez más depurado y recurriendo cada vez en menos ocasiones a los montajes frenéticos característicos de sus primeras obras. No obstante, en esta película aún se pueden observar los intensos movimientos en las escenas de mayor dramatismo o algunos primeros planos innecesarios que intentan resaltar la expresividad de sus personajes.