16 de mayo de 2017

La dignidad masacrada


La reciente campaña electoral para las elecciones presidenciales en Francia ha puesto sobre el tapete un panorama, común a buena parte de Europa, en el que, políticamente hablando, los imaginarios que se confrontan son en su mayoría reactivos y evitativos, la impugnación a mejor del estado de cosas está ausente de la agenda y es la extrema derecha la que parece llevar la iniciativa para imponer cuáles son los temas de debate, y hasta para decidir cómo se enuncian. Como describe el ensayista Marcel Gauchet hablando de Marine Le Pen,
todo el mundo se define respecto a sus ideas. A favor o en contra. En política, hay dos planos: el electoral y el intelectual. Y ella ya ha ganado en el segundo, al imponer su agenda.