30 de septiembre de 2015

Zinemaldia 2015 (3): Un buen guión, unos buenos personajes

Si los premios principales del palmarés del reciente Festival de Donostia premiaron obras profundamente fallidas y difícilmente vendibles en una -solo en apariencia- arriesgada apuesta (tan aparente como el acierto de dichas películas), los premios secundarios fueron sobre seguro y se decidieron por propuestas más conservadoras, de mayor solidez pero poco novedosas y, de nuevo, discutible oportunidad para ser incluidas en una sección oficial. 



29 de septiembre de 2015

Zinemaldia 2015 (2): La victoria del frío

La película galardonada con la Concha de Oro en la 63ª edición del Festival de Donostia venía precedida de cierta expectación: se trataba de la nueva obra de un cineasta islandés (Rúnar Rúnarsson), poco conocido, con un único  y buen largometraje a sus espaldas (Volcán, de 2011, Cámara de Oro en Cannes y con un parecido más que sospechoso en ciertos aspectos con Amour, de Michael Haneke, un año posterior) y con una interesante carrera anterior como cortometrajista, lo que podría hacer pensar que su selección para la sección oficial era algo más que un accidente y que Sparrows podía ser una de esas obras que, por lo poca popularidad de la filmografía de que procede, justifican por sí mismas el criterio de un festival como Zinemaldia.



28 de septiembre de 2015

Zinemaldia 2015 (1): Sin relato


Acudimos por segundo año consecutivo al Festival de Donostia y regresamos después de 48 películas, con un panteón conformado por tres notables largometrajes con los cuales no había grandes expectivas a priori (United Red Army, de Koji Wakamatsu; Paulina, de Santiago Mitre y El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra), sin obra maestra alguna que mencionar (dos tercios de Mountains May Depart de Jia Zhang-ke lo son, pero sus últimos 40 minutos estropean por completo el resultado) y alguna decepción profunda, como El hijo de Saúl, que venía precedida de una entusiasta acogida en Cannes.